viernes, 27 de septiembre de 2013

El deshollinador


El misterio que albergaba se tornaba sombras grotescas.
Arriba, relámpagos y zarpazos,
abajo, la negrura del abismo blanco.
El dolor de la resacas y un delirium tremens pálido,
el único equipaje que portaba bajo el brazo.

Respiraba amaneceres tenues y contaminados.
Desorientado, como un oso que no ha hibernado,
masticaba los pesares como si fuesen guijarros.

El tembleque de sus manos se guiaba acelerado,
por el compás de un péndulo desequilibrado.

De profesión, deshollinador en paro,
tratando de cambiar pasados oclusos y futuros decadentes,
por chimeneas calientes y simples presentes.

Su voz, por entonces queda y hueca, dictaba
lo que sus hurañas entrañas callaban.

Vagaba por estaciones de paso,
buscando el peor destino posible
para las vacaciones forzadas de la mitad de sus labios.

En aquella noche, la más oscura y triste del verano,
solo un vago consuelo entre tanto humo de cigarros.
Al menos, compartía con ella la misma luna
y aquella luz taciturna y débil de la puta incertidumbre.

No todo está perdido, se decía, no todo está perdido…


viernes, 22 de marzo de 2013

El mundo de las cosas (Decadencia suma)

Zapatillas de estar por casa con escudos de armas medievales.
Una casa opulenta donde son grabados todo el día quince subnormales.
Edredoning en el confesionario. Monaguillo enculado. Orwell degenerado.
Dictaduras y dictablandas. Habemus Papam. Todo arreglado.
Los bares en huelga. Mariposas sin alas. Vagabundos con diploma.
Encontrar un trabajo y devolverlo. Ah, y lo de los bares, es broma.
Mantequilla con sal. Cerveza sin alcohol. La cabeza de un alien metida en formol.
Talquistina en vena. No sé ni quién soy, pero ponme una ración doble de yo soy español.
Los pájaros cantan, las nubes se levantan y hace un sol del carajo.
Fast food. Gonorrea. Ver caer una gotera y ponerte debajo.
Caramelos de colores como los que me daba mi abuelo.
Cigarrilos mentolados. Follar en un colchón de látex a pelo.
Camaleones en blanco y negro. Como decían los Rolling: satisfacción.
Tan sólo queremos dejarte un futuro y un mundo mejor. Y un cojón.
Hipotecas basura. Síndromes de Diógenes. El laurel del César.
Botellas de dos litros de agua con sabor a fresa.
Mendrugos de pan contra la soledad. Fritura de grillos.
El pan integral. Desayuno en la cama queso con membrillo.
Paté de chorizo. George Clooney preparándome un café.
Amor a dos euros el kilo. Tatuarme mi nombre en la planta del pie.
Nitrógeno líquido. Oro comestible. Cinco tenedores. ¿Y si somos seis?
Macarrones mágicos. Oye, puja por mi alma, la subasto en ebay.
La colección de lo que me sale de los huevos kinder ya la completé.
Talasoterapia, reiki, el secreto, grey, ¿proyecto hombre? y demás varietés.
-Mejor opéreme las tetas. -¿Talla Montserrat Caballé? -Vale, pero... ¿y ese quién es?
Autopistas de diez carriles en el puto Amazonas y cobertura 3G.
El caniche de la vecina gasta más en peluquería que tú en comer.
Y otra cosa: ¿pa' qué coño compras viagra por Internet
si pasas más tiempo con la tele que con tu mujer?