La nostalgia es la única forma
que conozco de felicidad. ¿No decís todos que queréis ser felices? ¿Por qué despreciáis,
pues, la nostalgia si ella es el único y verdadero método para ser feliz?
No se
puede no ser feliz sin mirar al pasado, sin mirarlo con nostalgia porque la
nostalgia no aparece sobre circunstancias, cosas, hechos, recuerdos o personas
que no nos hayan hecho felices, al menos en un fugaz instante, un instante que sólo puede pertenecer al pasado y ser suyo y no tuyo.
La nostalgia es, por definición, la añoranza y no hay añoranza sino en el pasado. La añoranza de
la felicidad préterita. Eso es la nostalgia. De esa felicidad que no existe fuera de ese hábitat, que no existe en el futuro y que ni siquiera existe en el presente. Como toda felicidad posible, si es que es posible. ¿Por qué entonces
dices que tu objetivo en la vida es ser feliz? Tu objetivo en la vida debería
ser, en todo caso, haber sido feliz. En todo caso.
Pero entonces… ¿cómo se puede tener
nostalgia de algo que nunca se ha sentido, que nunca se ha tenido, que nunca se ha
vivido? Simple. Porque para tí ha existido. Porque tu imaginación la ha dibujado, la ha
creado. Le ha dado un tiempo sin espacio, una realidad sin habitáculo. Le ha
dado la profundidad de todo un universo: tan inabarcable como irrefutable en su
existencia aunque visualmente y casi cognitivamente sea inasimilable, inasible, inasumible.
Esa es tu nueva, adyacente y colateral
forma de nostalgia. La nostalgia de las cosas que nunca has tenido. La nostalgia
de las cosas que nunca tendrás. E, incluso, vas más allá porque ya sabes ahora mismo que tendrás nostalgia de circunstancias, cosas, hechos, recuerdos o personas de
las que todavía no sabes que tendrás nostalgia. Qué puedes hacerle. Así eres tú y así es la nostalgia.